jueves, 18 de febrero de 2010

BRUNO MORALES RAMOS


Sus padres fueron Juan Morales Díaz y Leonarda Ramos Lozada. Nació el 10 de mayo de 1911 en el Barrio Bairoa de Caguas, Puerto Rico.

Estudió en la Escuela Bairoa de Caguas Puerto Rico. Su preparación académica fue hasta Cuarto Grado como muchas personas de ese tiempo. Sus destrezas matemáticas eran excelentes. Su comunicación verbal era correcta con voz suave pero enfática.

Recordaba que durante su niñez en su hogar utilizaban teses de naranjo para alimentarse porque contaban con recursos económicos escasos; situación generalizada en muchos hogares de esa época,

Bruno procreó 10 hijos en su matrimonio con Doña Santa De Jesús (QPD). Sus nombres son Rafaela (QPD) Eduardo (Vice), Tomás, Jorge, Leonarda (Pucha), José Antonio (Pucho), Carmelo, Julia, Antonio (Toño) y Rosario (La Nena).

Posteriormente Bruno, contrajo matrimonio con Rosa Alicia Delgado. Su hija Luisa es producto de ese matrimonio.

Inculcó en sus hijos los principios religiosos que aprendió de su madre Leonarda. Tuvo la dicha de verlos a todos convertidos en ciudadanos trabajadores y responsables. Sus hijos lo recuerdan por sus consejos sabios y por su fortaleza al realizar sus labores. Lo amaron mucho y lo respetaban. Sienten un gran orgullo por su padre. Aún lo admiran por su honradez y rectitud. Todos puntualizaron que fue su gran amigo, su mejor consejero y un padre perfecto.

Trabajó como cortador de caña de azúcar y recogió tabaco durante su juventud para ayudar a sus padres. Vendió garrafones de leche con el empleador Leoncio Velázquez de Caguas, Puerto Rico. Esas tareas las comenzaba a las 2 de la madrugada y continuaban durante todo el día. Fue el conserje la Escuela Jesús T. Piñero en la Comunidad La Barra de Caguas, Puerto Rico durante muchos años. Después se mudó a Guaynabo, Puerto Rico. Fue empleado por el Municipio de Guaynabo en la Oficina de Control Ambiental por 16 años. Allí alcanzó su jubilación por mérito. Luego se mudó al Sector La Barra en su querido pueblo de Caguas.

Aunque le amputaron una pierna y parte un pie después de su jubilación, continuó con sus actividades cotidianas de forma normal. Su esposa recuerda que era Bruno quien les daba ánimo en los momentos de crisis. Ayudado por la prótesis, hacía las cosas con rapidez y ayudaba en las tareas del hogar.

Tenía muy buen humor y disfrutaba las pequeñas travesuras que hacía. Su nuera Sonia, recordó que: “Cuando mi nieto tenía 8 años, Bruno manipulaba la prótesis hasta llevarla encima de la otra pierna y se ponía alfileres; diciéndole que no le dolía. El nene con mucha inocencia me llamaba para tratar de salvar a Bruno de los pinchazos. Cuando yo lo evaluaba le aclaraba que la pierna no era la de verdad, entonces se reían por mucho rato”.

Fue uno de los miembros de la Familia Morales Ramos que entonaba las canciones de trova de manera privada. Le cantaba a su esposa Alicia en su balcón durante las tardes. Ella lo aplaudía efusivamente porque era su única fanática.

Bruno era un admirador ferviente de sus hermanos Ramito, Moralito y Luisito. Disfrutaba al escuchar la música típica que ellos interpretaban, pero su pasión era conducir los Rosarios Cantados, una tradición puertorriqueña muy arraigada a la cultura. Aprendió ese género musical y las técnicas de vocalización de su madre Leonarda. Hacía gala de sus destrezas cuando interpretaba los rosarios melódicamente y de manera espectacular. Eran muchas las personas que lo buscaban porque lo consideraban el más talentoso en ese difícil arte tradicional religioso. Los realizaba como promesa a la Virgen del Carmen, de quien era devoto fiel.

Alicia, su viuda nos dijo que: “El 5 de enero de 1994 Eduardo y José Morales, vecinos del Barrio Navarro de Caguas, le solicitaron que fuese a cantar los Rosarios desde esa noche hasta el amanecer; como era costumbre en la fiesta de los Santos Reyes. Aunque ya Bruno estaba enfermo, aceptó la invitación. Hizo aquellos Rosarios Cantados con mucho fervor y transmitió su entusiasmo a los visitantes. Esa noche lució su voz con mucho esplendor. Creo que fue el mejor Rosario Cantado que escuché y no podíamos sospechar que esa era su última actuación. El 21 de enero, dos semanas después de ese evento tan inolvidable, hubo que hospitalizarlo debido a complicaciones de su enfermedad. Estuvo en el Hospital Auxilio Mutuo de Hato Rey durante dos meses, hasta que emprendió su camino para estar junto al Creador”.

Bruno perdió la batalla contra la enfermedad de diabetes el 13 de marzo de 1994 a los 81 años de edad. Murió rodeado del cariño de sus hijos y de su esposa Alicia. Sus restos descansan en el Cementerio Borinquen Memorial de Caguas, Puerto Rico.

Su viuda expresó que: “Me preparé para ayudarlo a partir, según la voluntad de Dios, pero no me preparé para vivir sin él. Lo recuerdo como un ser humano maravilloso, buen padre y un esposo excelente. ¡Gracias a Dios por tenerlo tantos años y por ser tan felices a su lado!”





Foto obsequio de José Antonio (Toño) Morales De Jesús








Por: Iris Morales Pizarro (moralesi@prtc.net) &
Mirta Morales Pizarro (moralesmirta09@yahoo.com)

Agradecemos a su viuda Alicia, sus hijos Antonio (Toño), José Antonio (Pucho) y esposa Sonia Mojica por ofrecernos los datos para esta biografía de nuestro querido Tío Bruno. Iris & Mirta

Fecha: 17 de febrero de 2010

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